lunes, 7 de julio de 2014

Elige el fútbol


Estábamos tan inmersos en el surrealista, tedioso y vomitivo proceso de venta que se nos olvido el fútbol. Ese fútbol que no comprende los retrasos de banqueros cuyo único idioma entiende de intereses propios, que castiga a aquellos que no entienden que las afiladas aristas del ladrillo terminan pinchando el esférico, y que concluye reflejando en forma de desastre deportivo toda aquella gestión que deje de lado la "D" que distingue una mera empresa de una sociedad anónima deportiva.
Algunos acusan a Bernat de falta de sentimiento valencianí. Otros de traidor, de pesetero. Yo creo que ha elegido el fútbol. Ese que hace meses dejó de aparecer por la ciudad del Turia para dejar paso a las infamias, conspiraciones, insultos y demás tropelías del que sin duda pasará a la historia como el mayor esperpento de Valencia CF. Y eso, creáis que no, espanta a cualquiera. Y el de Cullera, no ha sido una excepción. Por no hablar de que el papelito que se ha encontrado encima de la mesa no provenía precisamente del Torrelodones, tenía el membrete del Bayern de Munich. 
Pero para el que aún tenga alguna duda de la situación, os invito a que borréis de la ecuación nuestro escudo, ese símbolo que para algunos mesetarios no tiene importancia, y penséis que elige la oportunidad profesional de su vida. Una cosa es el "sentiment" y otra pecar de idiota.
Respecto a la pasta, sinceramente me parece que los bávaros se han llevado una ganga, uno de los laterales izquierdos con más futuro del panorama europeo y futura competencia de Jordi Alba en la selección. Otra cosa no, pero reconvertir extremos en laterales es lo más rentable que ha hecho el Valencia en su historia. Y si, Gayá era extremo izquierdo en las categorías inferiores, ahí lo dejo. 
Supongo que el deseo del jugador de abandonar la entidad y el único año de contrato que le restaba han sobrado para que el club cediera y diera vía libre a su polluelo.
Por supuesto en esta asquerosa ciudad llena de voceros ególatras debían resonar las comparaciones entre el fichaje de Jordi Alba por algo más de 14 millones y esta salida de Bernat, aprovechando para pegar palos sea cuál sea el movimiento presidencial. Si lo vende es un flojo negociando y si pide la cláusula es un inconsciente que no piensa en el agujero de tesorería al cierre del ejercicio. La misma cantinela martilleante de los últimos nueve meses. Bueno, Jordi Alba era campeón de Europa con la Selección Española, y Bernat, no. No hay mucho más que hablar. El manido argumento del desprecio a la academia GloVal también se queda cojo cuando nos damos cuenta de que su sustituto proviene de esa propia academia. ¿No se trataba de dar oportunidades a los jóvenes? Pues eso.
En definitiva, se va Bernat. ¿y que? Si Gayá no sale bien, reconvertimos a Piatti, o a De Paul, y así le empezamos a familiarizar con las tradiciones del club. Si total, eso de improvisar siempre nos sale bien ¿o no?. 

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