domingo, 15 de septiembre de 2013

Pelas de gallos


Y al final explotó. Es lo que suele pasar cuando llevas 100 días moviendo cielo y tierra -o al menos es la sensación que se percibe desde fuera- intentando buscar una solución a una deuda millonaria, que lleva cuatro años sin apenas descender, cuyo responsable fue un pésimo gestor.
Siempre se había mostrado respetuoso, o al menos intentaba no hacer mención al anterior presidente, se mantenía al margen de polémicas e incluso tachaba a Manuel Llorente como un "gestor correcto", que, recordemos, no es lo mismo que "un buen gestor".
Pero todos tenemos un límite, y Amadeo Salvo demostró ayer no ser una excepción. Con un telón de fondo marcado por la reunión a cuatro bandas entre la Generalitat Valenciana, Bankia, la Fundación y el propio club, con Llorente entre bambalinas amenazando con buscar inversores para volver a hacerse con el control de la entidad, y con un caldo de cultivo crítico con todo lo que se mueva en la directiva actual, el máximo mandatario ché ayer arremetió duramente contra la gestión de "Lolo".
Empezó preguntándose porque a la anterior dirección, no se le ocurrió la brillante idea de refinanciar la deuda a largo plazo -lección de primero de economía- y sólo se limitó a pagar intereses sin amortizar el capital. Siguió tachando de insostenible el modelo anterior de gestión deportiva, y señalándolo cómo el culpable de la actual situación. Y por último, soltó que el Valencia se ha gastado 300 millones en fichajes y sólo ha ganado una Copa del Rey.
Sobran los motivos para explicar el cabreo de Amadeo con Manuel Llorente, no hace falta decir que "Manolito" apenas se movió en cuatro años para bajar la deuda, y que sus defensores ahora le piden a Salvo que resuelva el mismo problema en apenas tres meses. Pero también es cierto, que aunque todos podamos hacer el esfuerzo y el ejercicio humano de comprender el malestar del presidente, como máximo exponente y representante del club, debe mantener este tipo de actuaciones y declaraciones bajo mínimos. Ya tenemos una situación lo suficientemente negra cómo para meternos de pleno en una guerra civil sin una salida clara. Amadeo está haciendo a la perfección su trabajo, está reflotando la imagen internacional del club, presentando planes de viabilidad económica que convencen a todas las partes, y haciendo llegar su mensaje de ilusión a todos los estamentos del club, incluida la afición.
No soy economista, y como tal, no os puedo decir que tenga la solución perfecta para que podamos terminar de una puñetera vez el Nou Mestalla. Pero lo que también os puedo decir, es que una deuda de más de 290 millones de euros no se desvanece en una tarde. Es un proceso lento y laborioso, con paso firme y sin descanso.
Así que espero que se dejen de peleas de gallos, porque a no ser, que uno de ellos tenga en su gallinero a la gallina de los huevos de oro, el futuro seguirá siendo igual de negro.

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